El vino del desierto: esfuerzo y dedicación por un sueño
En el corazón del desierto de Los Monegros se encuentra una pequeña bodega que aúna la pasión por el vino, así como, el respeto por la naturaleza, el esfuerzo, la dedicación y el buen hacer.
EL RESULTADO ES UN vino de extraordinaria calidad.
Fernando Mir, propietario, enólogo y alma mater de la bodega El Vino del Desierto, organizó el pasado 29 de octubre una cata de sus caldos en un simpático lugar: la Lasca Negra, un espacio dedicado al mundo de la trufa, con buenos productos y un interesante rincón gastronómico, la Sala del gusto y la emoción. Vino Aragonés estuvo allí.
El Vino del Desierto es fruto de una pasión, la que ha puesto Fernando junto a su padre, para regresar a sus orígenes, Lanaja y los Monegros, y para hacer realidad un sueño pendiente, el de elaborar su propio vino. Lo ha hecho con dedicación, esfuerzo y mucho mimo, cuidando cada detalle al máximo. Desde el uso del caballo en lugar del tractor hasta la forma de vendimiar; del cuidado de la uva al manejo del vino. Es una producción respetuosa con el medio ambiente, que tiene en el cierzo unos de sus mejores aliados contra las plagas.
Los viñedos se localizan en el paraje de la Sardiruela, a los pies de la sierra de Lanaja (Huesca). La orografía del paisaje, sus suelos y su característica climatología monegrina, con veranos calurosísimos e inviernos secos y muy fríos y ventosos, son factores determinantes en la personalidad y sabor de sus vinos.
La vendimia es 100% respetuosa con la uva y el medio ambiente; no utilizan productos químicos. La vendimia es completamente manual, lo que permite que la uva llegue a la bodega en perfectas condiciones, conservando al máximo todas sus propiedades. El sistema de manejo es 100% en vaso, el más antiguo que existe y mediante el cual se forma un tronco bajo, permitiendo la obtención de uvas de gran calidad.
En sus 6,24 hectáreas de viñedo cultivan varios tipos de uva, siendo la gran mayoría – en torno al 90% – uvas autóctonas. Garnacha y Mazuela son las uvas tintas siendo las blancas Garnacha Blanca, Alcañón y Macabeo. Además, cultivan una pequeña proporción de uva no autóctona: Syrah.
La bodega actualmente ofrece tres vinos y nosotros catamos dos: un tinto y un blanco (Sed Blend y Duna).
SED es su vino tinto crianza, elaborado con 65% de garnacha, 30% Mazuela y 5% Syrah cultivadas en vaso de secano. Tiene en su haber dos medallas de plata: Bacchus 2015 y otra en Garnachas del Mundo 2015. Ha sido envejecido durante 8 meses en barrica de roble americano.
SED Blend 2018 & 2019 edición limitada, ha sido premiado en 2021 con medalla de oro en el concurso internacional Grenaches du Monde. Crianza que ha sido envejecido en barricas de roble americano durante 11 meses.
Duna es un gran vino blanco, así lo pudimos constatar durante la cata. Criado sobre sus propias lías durante 6 meses tiene mucho cuerpo y personalidad. Elaborado con 75% Garnacha Blanca, 20% Alcañón y 5% Macabeo.
Si quieres descubrir más sobre el Vino del Desierto, no lo dudes y visita la bodega. Ofrecen una opción enoturística realmente interesante: sentirás Los Monegros, podrás catar sus vinos, descubrirás como cultivan sus viñedos, como elaboran de manera artesanal sus vinos y ¡mucho más!
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